Hablemos del suelo pélvico

 

¿Sabías que alrededor del 30% de las mujeres presentan algún problema relacionado con el suelo pélvico? A menudo se trata de incontinencias, dolor lumbar y pélvico, prolapsos, dolores durante las relaciones sexuales o dificultades para alcanzar un orgasmo, un problema que sufren en silencio y afecta su calidad de vida, dado que el paciente tiende a aislarse por vergüenza.

Uno de los factores que más debilita el suelo pélvico es dar a luz normal, así también la caída de estrógenos tras la menopausia agrava la laxitud muscular, haya habido o no parto vaginal. Sin embargo, no es un problema exclusivo de mujeres con hijos, también afecta a hombres luego de una operación de próstata, deportistas, personas sedentarias o con sobrepeso, personas que sufren de estreñimiento, con tos o estornudos constantes y músicos de viento, al exponer el suelo pélvico a un estrés casi constante.

¿Pero qué es el suelo pélvico? Se trata de un conjunto de músculos y ligamentos, en forma de puente colgante, que encierran la cavidad pélvica y cuya función es sostener con firmeza los órganos del área (vejiga y uretra, útero y vagina; y recto). Cuando este puente pierde firmeza, los órganos que sostiene descienden (prolapso) y en consecuencia se altera su función, provocando incontinencias o alguno de los síntomas antes mencionados.

La buena noticia es que los problemas de suelo pélvico tienen solución, en muchos de los casos se puede resolver con rutinas de ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico y gimnasia abdominal hipopresiva.

Lo importante es estar atento a los síntomas por más pequeños que sean, como cuando se escapan las primeras gotas de orina o si sientes la necesidad de acudir con más frecuencia de lo normal al baño o si las relaciones resultan molestas. En esos casos hay que acudir al especialista para que evalúe el caso y pueda poner en marcha el tratamiento adecuado.

También es importante la prevención del deterioro del suelo pélvico, por eso los especialistas recomiendan realizarse una revisión, aunque no existan molestias en los siguientes escenarios: antes del embarazo, durante el embarazo, tras la cuarentena postparto, luego de una cirugía pélvica y durante la menopausia o premenopausia. Si estás pasando por alguno de estos periodos o presentas síntomas de debilitamiento del suelo pélvico te aconsejamos acudir a nuestro Ethos, estaremos gustosos de brindarte atención personalizada.

 
Sarai Maidagan